ESQUILA I, ‘cencerro o campana pequeños’, del gót. *SKէLLA íd. (a. alem. ant. scëlla, alem. schelle íd.), tomado probablemente por conducto de oc. ant. esquila.
La única expresión verdaderamente popular y pastoril ha sido siempre, en castellano,
CENCERRO; en el castellano clásico
esquila pertenece al léxico típico de la novela pastoril, y su extensión en este género se deberá a influjo del it.
squilla. Pero el vocablo en el idioma es muy anterior a la época de influencia italiana, pues en el
Cid se aplica al esquilón empleado por un atalaya de Valencia, y aunque en Castilla no vuelvo a tener testimonios hasta APal. («
esquila o campanilla», 500
d) y Nebr. («
esquileta o esquilón: tintinnabulum»), en Aragón fué verdadero equivalente de
cencerro desde mucho antes («qui furtará carnero cencerrado... deve poner la mano dentro de aquella
esquila d’aquel carnero...», h. 1300, Fueros publicados por Tilander, p. 187). Todo esto, junto con la antigüedad del diminutivo en
-eta (Nebr.), indica que
esquila en castellano no es germanismo directo, sino tomado de la lengua de Oc, donde esta forma es muy frecuente desde la Edad Media; si
esquila fuese indígena en Castilla esperaríamos como resultado fonético del gót.
*SKէLLA una forma
esquella, como en catalán. El a. arag.
esquilla1,
esquillota,
esquillón (
RLiR XI, 182, 199), puede ser germanismo directo. En el mismo sentido enfoca el problema Gamillscheg,
R. G. I, p. 389. El gót.
*SKէLLA está documentado indirectamente por el it.
squilla, oc. ant.
esquila (
-ela) y el cat.
esquella, y además por la forma
scilla atestiguada en bajo latín, pero en fecha antigua.